Hoy quiero contaros dos historias. Las protagonistas de estas anécdotas son dos amigas mías. Y además, lectoras de Sommes Démodé. Chicas, podéis enfadaros conmigo si queréis. Bueno, no, ¡qué coño!. Si ni siquiera daré vuestros nombres reales.
- Esto precisamente es lo que nos lleva a la primera historieta. Mi amiga Eustaquia, como podéis ver, tiene un nombre muy poco común. Hace cuatro años que nos conocimos y desde el principio nos hicimos íntimas. Tuvimos algo así como un flechazo de amistad (tú y yo sabemos que fue así, Taquia). Ha aparecido alguna vez en este blog. Su peculiar nombre y su cara. La cosa es que un día, cotilleando las (benditas) estadísticas del blog, vi que alguien había llegado a encontrar esta humilde página a través de su nombre. Se lo conté como algo curioso y así le pareció. Otro día, estando juntas, hicimos la prueba en Google. Por supuesto, al hacerlo desde mi propia casa, aún surgieron más resultados (porque sí, amigos, no os emocionéis si vuestro blog aparece en el buscador usando la IP desde la que blogueáis, es algo que influye). Y a Taqui ya empezó a darle un poco de cosica esto. Mal rollo eso de que apareciese una foto suya tan facilmente.
- La segunda historia es más radical. Esta amiga recibe el nombre de Rosa. Pertenece a ese grupo de gente que yo denomino
paranoicos de internet (no te lo tomes a mal, Rosita
). No tiene Facebook, no tiene Twitter, no tiene Tuenti, no tiene Badoo (que yo sepa),... Y la razón no es que ese rollito no le llame la atención. No, la cruda realidad es que cree que en el caso de poseer redes sociales, cosas malas o extrañas podrían pasar. Qué se yo. Alguien podría ver su foto, sus estados, ver qué está haciendo en ese momento y... algo suceder.
Ambas posturas, cada una en su grado, son respetables. Pero, ¿son entendibles?. No sé vosotros, pero para mí no. Lo hubiese comprendido hace unos años. Pero no ahora.
Y lo creo por lo siguiente:
Mis amigas Eustaquia y Rosa sí aparecen en Google, por motivos laborales, estudiantiles etc. Y con nombre y apellidos. DNI incluso. Si nos ponemos paranoicos, a mí eso me parece más peligroso, OMG.
Las dos son seguidoras, como he dicho al principio, de este blog. Jamás me han aconsejado que no lo hiciera. Si tan inquietante os parece aparecer expuestas con una foto, ¿qué será de mí?. ¿Por qué nunca me habéis advertido sobre ello?.
Y sobretodo, pienso que se puede hacer un uso de Internet sano y comedido. Hoy en día, no creo que ocurra nada por abrir una cuenta en Facebook con una foto tuya sonriente de perfil. No le parecerá mal, seguramente, a tus jefes. No tiene por qué provocar a un psicópata sexual. No implica que cualquier persona pueda saber el lugar exacto en el que te encuentras en ese momento.
Pero en fin. Cada uno es como es. Yo os quiero igual, queridas amigas mías. La cuestión es si vosotras a mí también después de esto;)
Lo asombroso del asunto es que al final me han contagiado la paranoia. Así que hoy saldré con gafas de sol y con fotos algo borrosas.
¡Besos para todos!
Mono y gafas de sol: PRIMARK
Bailarinas y bolso: TOPSHOP
Collar: ZARA