Qué crueles son los niños - solemos decir cuando entre ellos se hacen mil putadas.
Qué mezquinos son los adolescentes - comentamos tras ver cómo se desprecian entre ellos.
Y qué cierto es. Verdades como puños.
Una de las mayores crueldades y mezquindades de esta etapa de nuestra vida tan jórribol es la de los motes.
Pffffff. Qué jodido era. Negro lo tenías como a algún graciosillo le diera por asignarte uno. Porque, obviamente, ese mote sacaría a relucir tus peores cualidades y complejos más ocultos.
'¡Eh, tú! ¡¡¡Persona increíble e interesante!!! Ha-ha' No. No es así como ocurre.
¿Y qué hay de los profesores? Pobrecillos. Llegabas al instituto y ya te los presentaban al minuto uno como El Pingüino, El Papadas o La Manolo (¿ibas a mi insti? sabrás entonces de quien hablo). Marcados de por vida. Deshonrados generación tras generación.
No os hagáis los estrechos. Seguro que alguna vez en vuestra vida habéis sido los artífices de una de esas deshonras. Yo lo reconozco. Y lo que es más. Confieso que sigo haciéndolo. Eso sí. Jamás se lo diré a la persona en cuestión. Tan sólo quedará como una mofa privada que tal vez comparta con una persona o dos. Consciente soy de que yo misma tendré millones de motes por ahí. Menos mal que hace mucho que no me entero de ninguno;)
Las fotos de hoy no me gustan nada de nada.
¿El primer mote que se me ha venido a la cabeza nada más verlas? Mesa camilla.
Espero que al menos a vosotros os gusten y si no, uníos al critiqueo. ¡Vivaaaa!
¡Besos para todos!
Qué mezquinos son los adolescentes - comentamos tras ver cómo se desprecian entre ellos.
Y qué cierto es. Verdades como puños.
Una de las mayores crueldades y mezquindades de esta etapa de nuestra vida tan jórribol es la de los motes.
Pffffff. Qué jodido era. Negro lo tenías como a algún graciosillo le diera por asignarte uno. Porque, obviamente, ese mote sacaría a relucir tus peores cualidades y complejos más ocultos.
'¡Eh, tú! ¡¡¡Persona increíble e interesante!!! Ha-ha' No. No es así como ocurre.
¿Y qué hay de los profesores? Pobrecillos. Llegabas al instituto y ya te los presentaban al minuto uno como El Pingüino, El Papadas o La Manolo (¿ibas a mi insti? sabrás entonces de quien hablo). Marcados de por vida. Deshonrados generación tras generación.
No os hagáis los estrechos. Seguro que alguna vez en vuestra vida habéis sido los artífices de una de esas deshonras. Yo lo reconozco. Y lo que es más. Confieso que sigo haciéndolo. Eso sí. Jamás se lo diré a la persona en cuestión. Tan sólo quedará como una mofa privada que tal vez comparta con una persona o dos. Consciente soy de que yo misma tendré millones de motes por ahí. Menos mal que hace mucho que no me entero de ninguno;)
Las fotos de hoy no me gustan nada de nada.
¿El primer mote que se me ha venido a la cabeza nada más verlas? Mesa camilla.
Espero que al menos a vosotros os gusten y si no, uníos al critiqueo. ¡Vivaaaa!
¡Besos para todos!