Ays. Estoy deprimida.
Tengo un no-sé-qué en el estómago que no logro saber qué puede ser.
Es como si me sintiera vieja y cansada.
¿Qué me pasa, doctor?
Todo empezó en el parque, una calurosa tarde del mes de julio.
Mi chico, mi perra y yo llevábamos un buen rato paseando bajo el sol.
Los pajarillos cantaban, en las terrazas la gente charlaba animadamente tomando algo y los niños jugaban a la pelota con tal pasión que parecía que fuese su último día en la tierra.
Entonces sucedió algo que creo fue el primer síntoma de mi malestar.
¡¡Tened cuidado, qué pasa un hombre!! - dijo gritando uno de los niños a los demás.
Vaya. Qué considerados y educados - pensé yo.
Pero inmediatamente comencé a sentirme extraña. Algo no iba bien. ¿Qué era?
¿Qué narices me pasa, doctor?
Días después, otra tarde exactamente igual.
El mismo parque, la misma tarde calurosa, la misma compañía.
De nuevo los pajarillos vuelven a cantar, la gente a charlar y los niños siguen pelota aquí, pelota allá.
Y otra vez (os juro que esto no es "Atrapado en el Tiempo"), ocurre algo que me inquieta.
Mi chico y yo nos aproximamos a beber agua en una fuente y de repente, la pelota con la que está jugando el grupo de chavales nos golpea en la pierna.
¡Perdone, señor! - dice uno de los chicos.
La desazón aumenta a mil por hora.
¿¡¡Qué demonios me está pasando, doctor!!?
-Verás, querida. Lo que te ocurre es muy sencillo.
- ¿Ya lo sabe usted? ¿Sin tan siquiera auscultarme? (dios, ¡es la primera vez que escribo auscultar!)
- No hace falta, lo tengo muy claro.
- ¡Dígame! ¡No puedo con este desasosiego!
- Te has hecho mayor, amiga. Ahora los niños te tratan como a un adulto.
-¿Cómo? ¿A qué se refier...? Un momento: ¡Cuidado, qué pasa un hombre! ¡Perdone, señor!
¡Se estaban refiriendo a nosotros!
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
Snif, snif. Aún me encuentro superando este tremendo palo.
Qué se le va a hacer, la vida es así. Unos son jóvenes, otros no lo son tanto...
¡Pero yo aún lo soy! Si ni siquiera he llegado a lo que llaman la flor de la vida.
Además, los chavales dijeron señor y hombre... ¡se referían a mi chico, no a mí! ¡Él es el viejuno, claro que sí!
Mirad lo juvenil que visto yo, posando como una chiquilla, en mitad de una solitaria carretera menorquina:
¡Besos para todos!
Tengáis la edad que tengáis;)
5 comentarios:
Jajaja, yo también tengo clavado en la mente el primer momento en el que me dijeron Señora.. a partir de ahí hay un ántes y un después, jajajaja.
El look ideal, y el chaleco una pasada!
Me encantan las gafas :D Un besooo
http://debilopezlopez.blogspot.com/
Ja, ja, ja, para mi el colmo es cuando me tratan de usted, me suena fatal! Me encanta el chaleco.
Jajaja y ya verás cuando llegue el día en el que te cedan el asiento en el bus. Ese día es el peor de todos ;-)
Besos
www.asweetdayblog.com
Lo que me río con tus posts Julia ; )) Y por cierto, las fotos muy chulas!
muacarmen.blogspot.com
www.muacarmen.com
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