Recuerdo que cuando era adolescente fui al cine a ver la película "Rumores que matan", una americanada de tres al cuarto que por supuesto no merecía las 600 pesetas que me costó por aquel entonces.
La historia en cuestión empezaba con unos estudiantes de periodismo a los que se les ocurría la fantástica idea de difundir un rumor falso para ver qué pasaba en su molona 'facu'.
Y qué creéis que iba a pasar, hijos míos. Si estáis en una película comercial de Jolibud, vuestro cotilleo inventado no va a terminar bien, está cristalino.
Pero como os decía, este peliculón digno de premio Razzie es tan malo que no se merece ni de lejos un post démodé.
Simplemente es lo que me ha venido a la cabeza para introduciros el tema que se me ha ocurrido tratar hoy.
Los rumores.
Qué perversos son. Y qué divertidos. Aunque no a veces...
Hubo una época en la que estuve realmente acojonada a causa de un bulo que corría por mi barrio.
Yo era pequeña y en mi colegio varios niños empezaron a contar que, al parecer, una banda de delincuentes iba por ahí secuestrando a la gente para robarles los órganos y luego traficar con ellos. Resulta que para llevar a cabo ese secuestro, los tipos habían ideado una peculiar treta: una mujer, con la que estaban súper compinchados, paseaba por la calle con varias bolsas de la compra y cuando llegaba a tu altura, se le caían las bolsas y... OJO, con un bisturí, te hería en el tobillo.
Entonces, una furgoneta aparecía y te metía dentro rápidamente con la excusa de llevarte al hospital para curar esa raja hecha con el bisturí.
Por supuesto, nunca verías el hospital. De hecho, ¡¡nunca verías nada más!!
Sí. Reíros, reíros. Os parecerá una historia absurda que nadie se creería. Pero contádselo a una pobre e inocente niña de siete años. Seguramente no dormirá esa noche... ni las próximas cien.
En el instituto mis miedos respecto a los rumores eran bien distintos.
¡Lo que me horrorizaba era ser yo la que protagonizara uno de ellos!
"¿No te has enterado? Fulanita esnifa pegamento a la salida del insti"
"Dicen que la Sonia va todas las tardes a los recreativos a encontrarse con un tipo mayor... ¡un hombre de 22 años, tía!"
"Él dice que ha suspendido dos... pero todo el mundo sabe que va a repetir porque le han caído siete..."
Los rumores relativos a los espíritus y fuerzas sobrenaturales gustan también mucho a estas edades.
Lo malo es que hay gente que veinte años después sigue apasionada por este tipo de historias.
En fin. De todo tiene que haber en la viña del señor.
Los líos de faldas siempre se encuentran en el Top Ten de los cotilleos. Y en esto sí que no importa la edad.
Cómo nos gusta una historieta turbia de amor. Seamos sinceros. Las que son honestas sin ápice de turbiedad no nos interesan más de dos segundos.
" -¿Se gustaban, ahora son pareja y son felices?
-Sí.
-Vale, pasemos a otra cosa.
¿Te he dicho que mi amiga Simona le está siendo infiel a su marido con uno de la oficina? "
Y qué le vamos a hacer.
Semos así.
Cuando estuve en Tarifa, se rumoreaba que por la playa paseaba una atractiva joven con un vestido de leopardo y una perrita, ambas muy simpáticas, que según parece, se hacían fotos posando como auténticas egoblogueras.
Yo no las vi. Pero eso es lo que por allí contaban.
¡Besos para todos!
10 comentarios:
Awesome dress & boots!!!!! LOVE!!!
KISS. trendylifepeople.net
jajaj que bueno lo del bulo y que mal lo tuviste que pasar!
bess guapa
Hola¡
Una historia genial aunque lo pasarias mal..
Un look precioso, me ha encantado la chaqueta.
Besos, te invito a visitar mi blog.
http://cheekonchic.blogspot.com.es/
Que bonito el vestido y el bolso!! Un besooo :)
debilopezlopez.blogspot.com.es
Qué mona Jules!
Qué horror el bulo... Yo también pasé miedo por bulos así, era horrible :(
La cazadora arrrr!! guapísima!
Besos!
que bonitos los botines.
me-andmybag
Esa chaqueta es una preciosidad :)
jajaja es verdad!! y eso de que si entrabas en un bazar chino y te metían en la trastienda te quitaban los órganos también?? madre mía, la de bulos que corren por ahí...
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