Quienes me conocen bien saben que en el fondo yo sigo siendo una niña.
Será quizás porque soy hija única y me han educado con demasiados juegos y fantasías. O quién sabe, puede que en mis genes esté haber sido así desde que nací y en realidad no ha importado eso de tener hermanos o no. Que yo no soy una de esas hijitas de papá mimadas, ¡qué quede claro!
Dejando las razones al margen, la realidad es que yo continúo disfrutando de muchas de las cosas que se supone están destinadas tan solo a los niños.
Los juegos de mesa, mi debilidad.
Ya no tengo muñecas ni cochecitos teledirigidos, de acuerdo.
Pero una tarde acompañada por el 'Quién es Quién', el parchís o el dominó no la cambio por nada.
Me siguen gustando las chuches y los dulces como a la que más. Hay días en los que solo cenaría guarreridas (aunque sí, ya sé que no debo). Os hablé en su día de ello aquí.
No me tentéis con los parques de atracciones. Ay.
Cómo me gustaban. Qué emoción subirme a una montaña rusa, y más si me ponían boca abajo.
Qué divertidas las casas... magnéticas, de espejos, del terror...
¿Mi favorito ever? El telele. Sí, sí. La atracción con más nombres de la historia de las ferias. Me refiero a la tortilla, la pandereta, el 'Ship'... En el fondo daba igual cómo se llamara la atracción, lo que nunca faltaba en ninguna de ellas era el tipo que a través del megáfono te provoca para ver si terminabas cayendo en medio de la colchoneta.
'Esa morena que va dando botecitossss, ahí ahí la morena'.
Había algo incluso lascivo en sus palabras. Claro, yo era una jovencita inocente y lo único que veía era eso, botes debido al movimiento panderetil y chicas de pelo oscuro. También las había rubias, sí. Sin embargo, qué cosas, parece que no gustaban tanto.
Pero no nos vayamos por las ramas.
Que yo venía aquí a hablar del parque de atracciones del Tibidabo.
Qué vintage, qué vistas, qué molón, qué todo.
Allí, disfruté como una niña...
Pero no os vayáis a pensar que soy extremadamente infantiloide.
Dios me libre.
También tuve tiempo en el Tibidabo para posar como una seria y madura ego-bloguera.
Me diréis que un look con pantalón de lentejuelas no pega mucho en un parque de atracciones.
¿Cómo que no? ¡Si llevo zapatillas!
Quien está muy acostumbrada a los planes de niños es mi amiga bloguera Lula Closet.
Ella ha sido la última protagonista en mi sección ¡Te encontré!
Para verla: AQUÍ
¡Besos para todos!
10 comentarios:
Guapísima como siempre. Qué recuerdos dios!! Mi favorito era el más cutre y penoso de todos: el látigo, que ya era viejo cuando mis padres iban de jóvenes, jeje!!
Kisses linda dama
Me encanta, yo soy una niña en un cuerpo de mujer, peor que mis hijas porque claro la vergüenza la perdi hace muchos años
Besotes
Que guay Julia si es que las hijas únicas molamos un montón! jajaj Por cierto, estás requeteguapísima con ese turbante ; )
muacarmen.blogspot.com
www.muacarmen.com
Que guay Julia si es que las hijas únicas molamos un montón! jajaj Por cierto, estás requeteguapísima con ese turbante ; )
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Que guay Julia si es que las hijas únicas molamos un montón! jajaj Por cierto, estás requeteguapísima con ese turbante ; )
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Yo me monto en lo que haga falta también :)
PD: Guapa.
Yo creo que la niñeria la vamos ganando de nuevo con la edad. Porque yo con el paso del tiempo disfruto más de las chuches, de las tardes o noches de juegos reunidos (con cervecita), de las jugueterías gigantes... Hace tiempo que no voy a un parque de atracciones, creo que ya va tocando. Bueno, mi ilusión es ir a Eurodisney, de paso que visito Paris.
Nos ha molado ver cómo dabas rienda suelta a la niña que llevas dentro (que todos llevamos dentro, así debe ser).
Las fotos son requetedivertidas y las vistas desde allí arriba... ¡fantásticas!
Un beso.
www.zsazsazsu.es
¡Pero qué guapa con ese turbante!
Que bonitos los shorts y el jersey :D Un besote!!
http://debilopezlopez.blogspot.com/
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