nosotras... y AMÉLIE POULAIN!!

El otro día echaron en la tele Amélie.

¿Tienes Twitter y no te percataste de la emisión? Veo que te gustan las parras y además, te subes a ellas. Haces bien, oyes. Para qué enterarse uno de lo que la gente está viendo por televisión.

Para así cambiar de canal y verlo tú también - me diréis algunos.

Para poder disfrutar de la película conjuntamente, comentándola con tus amiguitos tuiteros - me diréis otros.

Quizás tengáis razón.

Pero es que a Amélie yo la quiero solo para mí. Veréis: Mademoiselle Poulain y yo ya somos viejas conocidas...

Cuando el boom Amélie estalló, yo estaba en el instituto cursando primero de Bachillerato, asqueada de la vida y pensando en las abutardas todo el día. Andaba yo un poco agilipollada y tristona esa época, la verdad. Vete a saber cuál sería la razón, pero el caso es que yo me encontraba así y a pesar de ser una jovenzana que iba mucho al cine, la película pasó por mi vida esos meses sin llamar nada mi atención.

Todo el mundo estaba encantadico con la película y con su protagonista e incluso a final de curso, en mi instituto, le regalaron el DVD de Amélie a una alumna que ganó no recuerdo qué concurso de la asignatura de francés.

Cuando llegó el día de mi cumpleaños al año siguiente del estreno de Amélie (el 20 de noviembre para ser más exactos: ¡apuntadlo ya, que no queda tanto!), mi curiosidad quiso que fuese al videoclub a alquilar por fin la película, para así enterarme por mí misma de qué era eso que le gustaba tanto a la gente.

Y entonces lo entendí.

Tanto me gustó la historia de la simpática y guapa Amélie, que quise inventarle una tradición: cada día 20 de noviembre, durante todos y cada uno de los años de mi vida, vería la película para celebrar mi cumpleaños.

Cómo os quedáis.

¿Y aún lo sigues haciendo? - os preguntaréis.

Pues la verdad es que... no. ¡Lo siento Amélie! La cosa me duró cinco o seis años (que no está nada mal para lo que me duran a mí los propósitos), pero llegó un día en que estuve muy ocupada, o ya me cansé... o vete a saber qué.

Pero en algo seguiré siendo fiel a Amélie Poulain.

Solo los días 20 de noviembre disfrutaré de ella y de su original historia de amor.

Y si me entero por Twitter de que la están echando en la televisión... aguantaré y aguantaré las ganas y otras cosas me pondré a hacer.

Preparar un post como este, por ejemplo;)

 

 

¡Besos para todos!