nosotras... y LAS GAFAS!!

Un día mi madre recibió la "terrible" noticia de que su pequeña hijita tendría que ser una cuatro ojos. A la pobre mujer le pareció algo horrible. Esas grandotas gafas rojas ocuparían más que incluso mi preciosa cabecita. ¿Cómo podía ser?. Tan joven...

La niña inocente que yo era se convirtió en una adolescente algo tontita y pava. Llegé a la edad en la que las gafas deben pasar a un segundo plano. Ya que no podía hacerlo con el asqueroso aparato dental, me desharía de mis amigas las gafas, esas que me habían acompañado toda la vida. Así es como engañé a mi mamá, que ahora estaba completamente a favor de lo que al principio le había desagradado. Le dije que al llegar a clase las usaría, por supuesto. Para poder ver bien la pizarra y estudiar como la que más. Como digo, mentí como una bellaca. No salieron nunca del bolsillo exterior de la mochila para conocer el instituto y sus increíbles historias.

Con el paso de los años comencé a utilizar la cabeza no sólo para pensar en conspiraciones y juergas, si no también para razonar y volver a llevar unas gafas.

Si he de ser sincera, diré que me gusto más sin ellas.

Pero por eso mismo me compraré las más favorecedoras y modernas.

Espero haberlo conseguido. Os presento mi nueva adquisición:

¡Qué vivan los gafotas!

JULIA

Vestido: PRIMARK

Cazadora: H&M

Botines: ULANKA

Bolso: ASOS

Gafas: CK